Las actividades del 497 aniversario y fiesta patronal dieron comienzo el día 13 de enero, con el novenario y el primer convite, dejando todo listo para una semana después continuar con los festejos.

Por la mañana del sábado 21 de enero, se llevó a la iglesia la ropa para la imagen de San Ildefonso, que fue donada por la familia Sánchez Luna. Más tarde, la autoridad municipal y las bandas de viento Municipal y Juventud Villalteca, recibieron a los musicos visitantes, quienes en este año 2023, fueron las bandas Santa Cecilia de Santo Domingo Albarradas y la banda municipal de San Melchor Betaza. Con dianas y cohetería, se anunció su llegada y, posteriormente, fueron llevadas a la iglesia para realizar un pequeño rezo y dejar unas flores en el altar mayor.

Antes de caer la noche, los pobladores y las bandas visitantes, realizaron el segundo convite, el cual fue encabezado por el cohetero y la chirimía, partiendo del templo católico y recorriendo las principales calles de la población. Al convite, se iban uniendo más personas en cada uno de los sitios por donde pasaba, este culminó en la cancha municipal con una regada de dulces y por la noche, se llevó a cabo la calenda tradicional.

Luego de la celebración eucarística y la inauguración de los torneos de básquetbol, a un costado de la iglesia se presentaron algunas danzas tradicionales como la danza de Los Negritos, La danza de Los Cuerudos, así como algunas danzas chuscas ejecutadas por visitantes de Villa Hidalgo Yalálag, quienes asombraron a más de uno por la agilidad y sincronía en sus pasos.

Caída la noche, se presentó en la cancha escolar el quinteto de metales “Vientos del Bajío”. Posteriormente, se hizo la quema de los toritos pirotécnicos, mientras las bandas amenizaban el evento con los mejores sones de su repertorio. La noche continuó con un baile serrano, donde los asistentes disfrutaron la música de la región.

El alba del lunes 23 fue anunciada con las campanadas del reloj, un ícono del pueblo villalteco, y las tradicionales mañanitas a cargo de las bandas visitantes y locales en el templo católico. Después de un refrigerio repartido a todos los asistentes, se realizó el desfile de bandas, mismo que fue encabezado por la chirimía y el cohetero. El desfile inundó las calles de alegre música y culminó en el lugar de partida.

El día transcurrió con la ejecución de diversas danzas, los partidos de básquetbol y, por ser día lunes, con la plaza tradicional, lugar donde concurren chinantecos, mixes y zapotecos para expender y adquirir sus productos, las bandas por su parte, amenizaron con su repertorio la plaza principal y la iglesia.

Por la tarde, se efectuó la audición musical con las bandas visitantes y locales, donde cada una ejecutó tres piezas musicales. Finalizó este evento con la interpretación de los Sones de Betaza (como un homenaje al Teniente Coronel Músico José Ventura Gil) y el Dios Nunca Muere. De esta manera, se reafirmó la identidad musical que ha caracterizado a la región por más de un siglo.