Para anunciar el gran día en que se festejaría a San Bartolomé Apóstol, se realizó el recorrido del convite, uno de los eventos más emblemáticos en las fiestas patronales de San Bartolo Coyotepec, a escasos 15 kilómetros de la ciudad de Oaxaca.  La gran fiesta comenzó en el templo de la comunidad, en donde como primer acto, los mayordomos y junta de festejos, pidieron permiso en el altar principal para que las actividades de la tarde, resultaran fructíferas y de la mejor manera. Fue cerca de las 5.30 de la tarde, cuando la banda de música hizo sonar el jarabe del valle, con el que se dio pauta, para avanzar por las principales calles del pueblo en las que el convite pasó.

 A lo largo del trayecto se fueron regalando mezcales y cervezas, que sirvieron para mitigar el cansancio y alegrar el espíritu, un espíritu que, al igual que el cuerpo, disfrutaba de retomar los festejos patronales tras dos años de suspensión por la pandemia vivida.

Entre cuetes, las canasteras bailaban sus canastas enfloradas, algunas con la imagen en bulto de San Bartolomé y la Virgen de la Candelaria, otras más con bellas formas religiosas. Los niños también se dieron cita en este festejo, pues un contingente de infantes bailaba monos de calenda, faroles y marmotas, esto como parte de un concurso con el que se buscó la preservación de las tradiciones en las nuevas generaciones.

   No pudo faltar en el convite, la danza de la pluma, que con ágiles pasos vistió de color y folklor el pueblo de San Bartolo Coyotepec. Antes de ocultarse el sol se dio por concluido el recorrido, depositando las canastas en el altar principal del templo, mientras la danza de la pluma se ejecutaba con majestuosidad en el atrio del mismo.

   Así fue que el pueblo se preparó para que horas después se festejara la tradicional calenda, que recorrió más calles de la población y visitó las casas de los miembros de la autoridad municipal, quienes dieron de cenar y beber a los participantes.