Por la noche del viernes 16, se realizó la tradicional calenda, la cual fue amenizada por la banda filarmónica municipal, y también por las bandas invitadas, que este año fueron la banda de música “Encanto Serrano” conformada por descendientes y radicados betaceños de la ciudad de Oaxaca, la banda infantil y juvenil “Unión y Progreso” de la Villa Talea de Castro y la banda filarmónica municipal infantil y juvenil de Santa María Temaxcalapa.

La calenda partió y culminó en el templo católico, recorriendo las principales calles de la población, haciendo paradas en diferentes puntos, donde cada una de las bandas interpretó diferentes sones de la región mientras los asistentes se deleitaban bailando los tradicionales jarabes. Al frente, el cohetero, el tambor y la chirimía anunciaban la calenda y algunas familias obsequiaban a los presentes parte de la gastronomía tradicional: café de olla, atole champurrado, pan blanco y tamales.

El sábado 19, día de Vísperas, se comenzó con las tradicionales mañanitas, interpretadas por el tambor y la chirimía, así como las bandas de música local y visitantes, esto, en el atrio del templo católico. Lucero de la mañana, mañanitas oaxaqueñas y dianas fueron algunas de las notas que anunciaron el alba. Más tarde, se realizó la celebración eucarística en el templo católico y, posteriormente, se presentaron diferentes danzas, entre ellas, los sones y jarabes de Betaza, esto, como una forma de preservar la tradición musical y dancística que ha caracterizado a la comunidad.

Unas horas después, se hizo la audición musical, donde las 4 bandas, antes mencionadas, interpretaron una por una diferentes piezas clásicas y tradicionales. La audición concluyó con el Dios Nunca Muere, tema musical donde las 4 bandas se unieron en una sola dirección.

Caída la noche, posterior a la celebración de las vísperas en el templo católico, se realizó el tradicional convite floral, el cual recorrió las principales calles, este convite fue encabezado por las madrinas, mujeres ataviadas con la indumentaria típica de Betaza, quienes portaron vistosas canastas adornadas con flores y pirotecnia. El recorrido se vivió bajo un intenso frío y cubierto en algunas partes por la niebla y culminó en la plaza principal, donde se vivió la quema de las canastas a cargo de las madrinas, mientras bailaban al ritmo de los sones y jarabes. La noche continuó con la quema de toritos y el vistoso castillo.

Este día culminó con el tradicional baile serrano, donde cada una de las bandas interpretaron un son de manera alternada, a la par, los asistentes disfrutaban de la música bailando los jarabes serranos, mientras algunos repartían a los presentes atole champurrado y el pan blanco de Betaza.

Algo que distingue a las comunidades de la Sierra Norte, específicamente del distrito de Villa Alta, es la cocina comunitaria o casa de la comisión, un espacio donde se da comer a todo aquel que visita la comunidad en días de fiesta: feligreses, músicos, deportistas o quienes se encargan de llevar la logística del programa. Hombres y mujeres de la población acuden en diferentes horarios a limpiar, preparar los alimentos, atender a los asistentes, entre otras actividades. En diferentes momentos, las bandas amenizan el lugar con diversos sones de sus repertorios.

Frijoles, tortillas hechas a mano, caldo de res, caldo de camarón, tamales, café de olla, atole, champurrado, pan, ejote con huevo, por mencionar algunos, forman parte de la gastronomía que se disfrutan en la fiesta. Aquí, la comida no tiene ningún costo, esto es una muestra de la generosidad de los zapotecos para con sus visitantes.