Cumple 3 Años el Centro Academico y Cultural San Pablo de Escribir y Redescubrir la Historia


El 26 de noviembre de 2011 San Pablo abrió oficialmente sus puertas: música en vivo, bocadillos típicos y un gran número de visitantes que descubría el nuevo espacio componían el cuadro

Vista panorámica del patio del Centro Cultural San Pablo
Oaxaca, Oax.- Poco sabíamos del origen de este edificio. Quienes tantas veces habíamos caminado sobre las calles de Fiallo, Hidalgo e Independencia jamás nos imaginamos la cantidad de tesoros que ahí se escondían y la vasta historia que guardaba. Los vestigios de lo que fuera el primer convento dominico en la ciudad de Oaxaca se transformaban en un Centro Cultural abierto al público, con una belleza arquitectónica que incluía intervenciones contemporáneas diseñadas por el arquitecto Mauricio Rocha, respetando el diseño original y del cual poco a poco nos hemos apropiado. San Pablo se convirtió en el lugar perfecto para la difusión de las labores de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO), un espacio para la cultura, las artes y la ciencia desde una perspectiva intercultural.

El proceso de restauración duró aproximadamente 6 años. En 2005 inició el rescate del inmueble, formándose un equipo multidisciplinario de arqueólogos, antropólogos, historiadores y restauradores. La historia no comenzó aquel año, sino en 1529, cuando en la época de la Colonia las autoridades otorgaron a los frailes dominicos el terreno sobre el cual se construiría el primer convento de esa orden en la ciudad de Oaxaca.

San Pablo fue el nombre que los dominicos adoptaron para su iglesia y en la cual se daba la doctrina católica en náhuatl, mixteco y zapoteco para la población indígena. Con el paso del tiempo, los terremotos, la venta de lotes alrededor del convento, los diferentes usos y, finalmente, el olvido terminaron por encerrar la rica historia de este espacio. Con el rescate de San Pablo se recuperaba también parte importante de la historia de Oaxaca, un rescate que continúa hasta la fecha. Artistas como Francisco Toledo, Demián Flores y José Luis García se han sumado a este esfuerzo a través de valiosas obras e intervenciones para el embellecimiento del espacio.

Claustro
Desde su apertura, San Pablo ha sido galardonado con diferentes reconocimientos como el Premio Obra del Año 2011 en la categoría Restauración e Intervenciones por la revista Obras del Grupo Expansión, el Premio Francisco de la Maza 2012 por el Instituto Nacional de Antropología e Historia por el Mejor Trabajo de Conservación del Patrimonio Arquitectónico y Urbanístico, el Premio Obras Cemex en la categoría de Impacto Social y la Medalla de Plata de la Bienal de Arquitectura Mexicana 2014. Ha recibido a más de 800,000 visitantes a la fecha; ha tenido más de 126 talleres, cursos y clases; más de 40 exposiciones y más de 580 actividades culturales, artísticas y académicas. Todo esto, resultado de la suma de voluntades encabezada por la FAHHO, en colaboración con diferentes instituciones que han hecho de San Pablo una plataforma para la difusión de diversas actividades de carácter cultural y académico, ampliando la oferta para un público diverso y multicultural.

San Pablo es un lugar de esparcimiento, lectura e investigación. Ahora es posible disfrutar de sus diferentes espacios: la Biblioteca Fray Juan de Córdova, con acervo dedicado a la historia y desarrollo de las lenguas de Oaxaca y Mesoamérica; la BS San Pablo, con acervo de la BS Biblioteca Infantil de Oaxaca, un lugar en donde los niños pueden pasar una rica tarde de lecturas recostados sobre los pufs, tomar algún juego de mesa o bien practicar con el trompo, el resorte, yo-yo, matatenas y canicas; los jóvenes pueden disfrutar de un café al aire libre en compañía de amigos o simplemente disfrutar la tarde en el atrio.

Capilla del Rosario
San Pablo también es un punto de reunión familiar. Los domingos podemos degustar una rica nieve o dulce regional mientras las niñas y niños que conforman las bandas de música de diferentes regiones del estado tocan al ritmo de La llorona, Dios nunca muere y la Canción mixteca, así como sones jarochos y marimba.

Gracias a las personas este espacio cobra vida: con la risa de los niños que juegan en el atrio o disfrutan del carrusel en Navidad, la gente que disfruta de nuestras actividades gratuitas y el visitante que, curioso, se acerca y descubre una historia olvidada hace tantos años, historia que hoy se abre al mundo.




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“Tierra de dioses que Nunca Mueren”
2014

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