Ante un público que llenó el majestuoso Templo de Santo Domingo de Guzmán, la calidad interpretativa de los 80 músicos oaxaqueños, procedentes de orquestas del estado y el país, quedó de manifiesta, durante el primer concierto Filarmónico Oaxaca 2013, en el que los ejecutantes cumplieron con una cita anual que dio comienzo en el 2009.

Desde temprana hora, familiares, amigos y público en general se congregaron para disfrutar de uno de los dos conciertos preparados por los músicos oaxaqueños, quienes con el apoyo del Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca, acuden para mostrar su calidad interpretativa y recibir el reconocimiento y la calidez del público oaxaqueño.

A nombre de la comunidad de frailes del Templo de Santo Domingo, el padre Javier Zugasti Landa, dio la bienvenida a los ejecutantes y a los amantes de la música, cuya presentación coincidió con dos fechas relevantes: el XII Congreso Mundial de Ciudades Patrimonio, y la celebración de Santa Cecilia, patrona de los músicos.

Los músicos varones, ataviados con guayabera blanca y pantalón negro; y las mujeres con trajes representativos de las ocho regiones del estado, esperaron la llegada de Lanfranco Marcelletti Jr, director huésped del Concierto Filarmónico, quien con energía y una contagiosa alegría dirigió a la orquesta filarmónica.

Con un escenario, cuyo arte barroco ha sido reconocido en innumerables ocasiones, y que forma parte distinguida en el nombramiento del Centro Histórico, como Patrimonio Mundial de la Humanidad, el público disfrutó de las interpretaciones, en las que sobresalió el Concierto Ney Rosario, con la participación del músico oaxaqueño Roque Robles Álvarez, como solista en la marimba.

Mención aparte requiere la Obertura Festiva de Dimitri Shostakovich, que con la energía de la sección de metales, cimbró al Templo de Santo Domingo.

Después de un intermedio, en que el director Marcelletti Jr, comentó la importancia de que Oaxaca pueda contar con una Orquesta Filarmónica, integrada por sólo músicos del estado, los asistentes disfrutaron de la dulzura de ocho suites del Lago de los Cisnes, de Tchaikovski.

El cierre con el Huapango, de José Pablo Moncayo, levantó el júbilo del público quienes desde sus asientos expresaron su beneplácito ante la maestría de la ejecución de los músicos oaxaqueños, que este día cumplieron con un ritual: interpretar un concierto en vivo en uno de los templos más emblemáticos de México y el mundo.

Antes de concluir el Concierto Filarmónico Oaxaca, en su primera emisión del 2013, el público vibró con la interpretación del Dios Nunca Muere para posteriormente extasiarse con una inigualable interpretación de La Canción Mixteca, donde los músicos oaxaqueños que han triunfado en otras latitudes, expresaron el sentimiento de orgullo por regresar a la tierra que los vio nacer como extraordinarios músicos.

Nota: Gobierno del Estado de Oaxaca

Fotografías: www.viveoaxaca.org